Dios con nosotros

Emanuel, no era un simple nombre, este nombre representaba el cumplimiento de las profecías, la llegada del Mesías.  ¡Al fin! ¡El libertador! ¡Dios mismo habitando con nosotros!

Pablo dijo:

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”

Filipenses 2:5-8

El hecho mas memorable de la humanidad inicio con una decisión:

No aferrarse.

Dios mismo decidió no aferrarse a su condición con tal de darnos salvación. Se humillo a si mismo y fue obediente hasta completar su propósito en la tierra.

¡Que maravillosa noticia!

Y cada año recordamos con alegría este acontecimiento. Dios se hizo carne.

Desde ese momento nos hizo entender que el esta presente, todo el tiempo, Dios esta con nosotros.

Pienso que Dios, en este año tan "especial", nos ha querido enseñar:

·         Lo único a lo que te puedes aferrar es al plan divino de Dios. 

    Proverbios 16:9 dice “El hombre planea su futuro, pero Dios le marca el rumbo.”

Ciertamente, este año ha cambiado todos nuestros planes, altero nuestras agendas y horarios. Pero el plan de Dios no se ha detenido. Este sigue operando. ¡La agenda de Dios no se detiene!

Talvez Dios tuvo que separarnos un poco de nuestras agendas y planes para acercarnos mas a los suyos, para marcar nuestro rumbo y alinearnos en su voluntad.

·         Hay que despojarse. 

    El tiempo de confinamiento me ayudo a darme cuenta de todas las cosas que tenia y que no le estaba dando uso.

Comencé a despojarme, y créanme, no hay una combinación de sentimientos tan confusa como esa. Sientes el dolor de dejar ir algo que talvez estuvo contigo mucho tiempo, la incertidumbre de pensar ¿y si luego lo necesito? Pero  a la vez sientes la libertad de despojarte, comienzas a notar que ahora tienes mas espacio y usas solo lo necesario.

¡A veces necesitamos despojarnos hasta de nosotros mismos! 

Eso hizo el Señor. Igualmente, sentiremos dolor, incertidumbre, libertad (y quien sabe cuantas cosas mas), pero es necesario.

 

·         Hay que servir. 

    Dios tomo forma de siervo y vino a servir.

Creo que este año nos ha abierto los ojos para ver las necesidades que tiene el mundo. ¡Son muchas! Nos enfocamos en que necesidad es igual a falta de dinero, pero el Covid-19 nos mostro que aun teniendo dinero hay gente que no tiene salud (muchos afectados por el virus murieron), no tiene paz (muchos al estar encerrados no podían convivir con su familia), no tienen estabilidad emocional ni espiritual o no estaban preparados para la virtualidad.

Todas estas son áreas de necesidad que Dios nos muestras para que las veamos como oportunidades de servir. Hay que tomar forma de siervo, hay que servir.

 

La mayor enseñanza que podemos obtener es que a pesar de lo duro, confuso y desesperante que ha sido este año, Dios sigue estando con nosotros. 

Emanuel, Dios con nosotros.


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