“Los buenos perfumes vienen en frascos pequeños”
¿Alguna vez has escuchado este refrán?
No sé quién lo dijo, ni en que cultura se originó, pero si me dieran un billete por cada vez que me dijeran este refrán, les aseguro que ¡tendría una gran fortuna ahora!
Se que la intención de quienes me decían esto era que yo entendiera que a pesar de ser pequeña era valiosa. Pero claro, cuando tienes 12 años y vez que todos tus amigos crecen menos tú, no piensas en el valor que tiene un perfume pequeño, solo quieres ser “normal”.
Viví toda mi adolescencia escuchando apodos como “pequeña”, “enana”, “chiquita”, “tapón”, entre otros. Muchas veces me reía de mí misma, otras solo lloraba preguntándome por qué era tan pequeña. Todos seguían creciendo y yo, con 4´11 de estatura, trataba de dar una respuesta positiva a cada persona que se burlaba de mí por mi tamaño. Trataba de aceptarme y quererme como soy, ya saben, ponía en práctica todas esas charlas sobre autoestima y ser especial, además, nunca me gusto practicar algún deporte que me ayudara a crecer así que en parte me sentía responsable de mi tamaño.
Un día, leí una profecía sobre una ciudad que marcó la forma en la que me sentía:
Belén es una ciudad de palestina que tiene un gran significado espiritual y cultural. Algunos hechos que seguro recuerdan pasaron allí como:
En el camino de Belén sepultaron a Raquel. Genesis 35:19
Elimelec y Noemi emigraron de allí hacia Moab debido al hambre que había en la tierra.
Noemi regresa junto a Rut, su nuera, ambas siendo viudas, la cual tiene un encuentro con Booz (gran historia de amor).
Esta era la ciudad de Isaí, padre de David.
Dios escogió esta pequeña ciudad como el lugar en el que nacería el salvador.
Entonces, me di cuenta que mi estatura no era límite para hacer cosas grandes. Así como Dios diseñó esta ciudad, me diseñó a mí y comencé a entender que lo que hace caro el buen perfume no es el frasco, sino lo que lleva dentro.
Comencé a definir mi esencia, porque siendo claros, no solo cosas buenas vienen en frascos pequeños y los buenos perfumes también ocupan botellas grandes, pero el contenido es lo que marca la diferencia.
Es por esto que titulé este espacio como “Little Bottle” (frasco pequeño), porque mi estatura no define mi valor. Lo que antes me avergonzaba y me entristecía hoy es un recordatorio de que soy diferente, soy escogida por Dios y tengo un gran contenido.
No sé quién lo dijo, ni en que cultura se originó, pero si me dieran un billete por cada vez que me dijeran este refrán, les aseguro que ¡tendría una gran fortuna ahora!
Se que la intención de quienes me decían esto era que yo entendiera que a pesar de ser pequeña era valiosa. Pero claro, cuando tienes 12 años y vez que todos tus amigos crecen menos tú, no piensas en el valor que tiene un perfume pequeño, solo quieres ser “normal”.
Viví toda mi adolescencia escuchando apodos como “pequeña”, “enana”, “chiquita”, “tapón”, entre otros. Muchas veces me reía de mí misma, otras solo lloraba preguntándome por qué era tan pequeña. Todos seguían creciendo y yo, con 4´11 de estatura, trataba de dar una respuesta positiva a cada persona que se burlaba de mí por mi tamaño. Trataba de aceptarme y quererme como soy, ya saben, ponía en práctica todas esas charlas sobre autoestima y ser especial, además, nunca me gusto practicar algún deporte que me ayudara a crecer así que en parte me sentía responsable de mi tamaño.
Un día, leí una profecía sobre una ciudad que marcó la forma en la que me sentía:
“Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.”
Miqueas 5:2 (RVR1960)
Belén es una ciudad de palestina que tiene un gran significado espiritual y cultural. Algunos hechos que seguro recuerdan pasaron allí como:
En el camino de Belén sepultaron a Raquel. Genesis 35:19
Elimelec y Noemi emigraron de allí hacia Moab debido al hambre que había en la tierra.
Noemi regresa junto a Rut, su nuera, ambas siendo viudas, la cual tiene un encuentro con Booz (gran historia de amor).
Esta era la ciudad de Isaí, padre de David.
Dios escogió esta pequeña ciudad como el lugar en el que nacería el salvador.
Entonces, me di cuenta que mi estatura no era límite para hacer cosas grandes. Así como Dios diseñó esta ciudad, me diseñó a mí y comencé a entender que lo que hace caro el buen perfume no es el frasco, sino lo que lleva dentro.
Comencé a definir mi esencia, porque siendo claros, no solo cosas buenas vienen en frascos pequeños y los buenos perfumes también ocupan botellas grandes, pero el contenido es lo que marca la diferencia.
Es por esto que titulé este espacio como “Little Bottle” (frasco pequeño), porque mi estatura no define mi valor. Lo que antes me avergonzaba y me entristecía hoy es un recordatorio de que soy diferente, soy escogida por Dios y tengo un gran contenido.
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