El árbol está vivo

“Le dijo el niño al abuelo
- ¡Abuelo, abuelo, El árbol está muriendo!
- ¿Cómo dices?- Respondió el abuelo.
- El árbol abuelo, se está muriendo. 
- ¿Por qué lo dice mi niño? 
- ¡Pues ya no da frutos, ni flores, ni nada!
- ¿A si?
- ¡Si! Y mira sus hojas abue´, están amarillas y marrones, han perdido su color, están débiles y se caen cada vez que sopla el viento. Mira sus ramas, ya no pueden sostenerse, hacen su mejor esfuerzo pero no duraran mucho, pronto también se caerán. El árbol está muriendo L
- Mi niño, entiendo tu preocupación, pero debes saber que el árbol no está muriendo, está vivo, pero está pasando por una temporada difícil. Está pasando por el otoño.
- ¿Cómo es eso?  
- Te explico, durante este tiempo el árbol no recibe suficiente luz del sol como para alimentar las hojas, así que estas pierden su verde color poco a poco y con ello sus fuerzas para sujetarse al árbol. Como no hay hojas tampoco hay flores, y como no hay flores tampoco hay frutos. Pero debes recordar que el árbol aun vive, solo es algo temporal.
- ¿Qué quiere decir temporal? 
- Quiere decir que no siempre estará así. Llegará el momento en que sus hojas volverán a salir, y dará flores hermosas y sabrosos frutos, estará radiante. Verás como muchos vendrán a fotografiarse en él, o leerán un libro recostados de su tronco y disfrutando de su sombra.
- ¡¿En serio?! 
- Sí mi niño, te lo repito, el árbol está vivo. 
- ¿Y es doloroso el otoño? 
- Lo es, es algo doloroso. El árbol va perdiendo sus partes y debe resistir el tiempo de frío y oscuridad hasta volver a resurgir. 
- No me gusta el otoño abuelo, el otoño es malo.
- No mi niño, no lo es, el otoño es necesario para que el árbol cambie, es parte de su vida. No te preocupes te digo, el árbol es fuerte y resistente, no morirá.
- El árbol está sufriendo, ¿durará mucho tiempo así?
- No mi niño, pronto llega la primavera.”