Dios con nosotros
Emanuel, no era un simple nombre, este nombre representaba el cumplimiento de las profecías, la llegada del Mesías. ¡Al fin! ¡El libertador! ¡Dios mismo habitando con nosotros! Pablo dijo: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo , hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” Filipenses 2:5-8 El hecho mas memorable de la humanidad inicio con una decisión: No aferrarse. Dios mismo decidió no aferrarse a su condición con tal de darnos salvación. Se humillo a si mismo y fue obediente hasta completar su propósito en la tierra. ¡Que maravillosa noticia! Y cada año recordamos con alegría este acontecimiento. Dios se hizo carne. Desde ese momento...